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Los factores psicológicos en los programas de ética y cumplimiento.

Por: Carolina Gutiérrez de Piñeres Botero, PhD.

Hoy en día, tanto las organizaciones empresariales públicas y privadas deben implementar programas de ética y cumplimiento, con el fin de asegurar que estas operen de acuerdo con las exigencias de la ley y con lo que los grupos de interés esperan de ellas, lo que repercute en su reputación.

Pese a que estos programas deben estar fundamentados en normas jurídicas, buenas prácticas del sector y en normas internacionales, no se puede olvidar que son diseñados y están dirigidos por y para personas, y para garantizar que estos programas se cumplan es necesario que se consideren los factores psicológicos que influyen en el comportamiento humano y en la toma de decisiones, en especial cuando otros están involucrados.

Como seres sociales, las personas necesitan de otros para garantizar la supervivencia, y en este caso, la supervivencia de la organización. Para ello, hemos desarrollado un cerebro social que facilita la capacidad de interactuar de forma efectiva y eficiente, de forma tal, que, a través de la cooperación, logremos objetivos comunes, que no podríamos obtener si actuáramos solos.

Parte del logro de objetivos comunes, son los factores psicológicos que facilitan el cumplimiento de normas y reglamentos establecidos. Surgen entonces dos preguntas fundamentales al formular un programa de cumplimiento: ¿Qué factores psicológicos influyen para que a las personas les sea más fácil seguir pautas éticas y de cumplimiento? Y, ¿Cómo logramos que la mayoría de las personas orienten su conducta hacia las pautas éticas y de cumplimiento de forma autónoma y responsable?

En este primer artículo hablaremos sobre la motivación como uno de los factores psicológicos más importantes para el comportamiento orientado a metas, y en el caso particular, al comportamiento orientando al cumplimiento.

Gracias a los estudios recientes en neurociencias, hoy sabemos que el seguimiento de normas, especialmente de carácter ético, está atado a un circuito en el cerebro que nos impulsa a cuidar a los demás, a preocuparnos por nuestro bienestar y el de los otros, a brindar atención a las personas más cercanas que nos rodean y a la necesidad de pertenecer y ser aceptado dentro de un grupo (1), y que además no permite tener un sentido de justicia que nos lleve a actuar de forma recíproca y a tener aversión por la inequidad (2).

Este impulso en términos psicológicos se traduce como motivación (3). La motivación se convierte entonces en un ingrediente esencial para promover el cumplimiento y el comportamiento ético, a fin de evitar todo lo que a nivel psicológico representa la pérdida de los lazos sociales y el aislamiento social.

Es decir que el comportamiento ético y el cumplimiento está motivado en gran medida por la necesidad de los seres humanos de pertenencia y reconocimiento dentro de un grupo social, y nuestro cerebro sabe que el aislamiento social y que la falta de contacto social, nos hace más vulnerables como individuos.

Por lo tanto, se hace necesario que, como un punto de partida, los programas de cumplimiento consideren la implementación de acciones, estrategias y herramientas que motiven a las personas a incrementar su nivel de pertenencia a la organización. El sentido de pertenencia, aumenta en gran medida los beneficios de las interacciones sociales e incrementa la confianza y la lealtad, lo que a la vez contribuye con el éxito en la implementación de los programas de ética y cumplimiento.

 

  • CHURCHLAND, Patricia. El cerebro moral. Lo que la neurociencia nos cuenta sobre la moralidad. Editorial Paidós Ibérica SA, 2012.
  • HALTER, Colt. Empathy and Fairness in Nonhuman Primates: Evolutionary Bases of Human Morality. Intuition: The BYU Undergraduate Journal of Psychology, 2019, vol. 14, no 2, p. 9.
  • La motivación no es el único factor psicológico para promover el cumplimiento de reglas y normas, a la motivación se suman las emociones, las actitudes, la percepción, la cognición social, entre otros. De estos factores hablaremos en otras publicaciones.

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