Es el proceso a través del cual se asegura, de manera razonable, el cumplimiento de los objetivos de la compañía. El reto está en definir qué queremos que suceda y accionarlo para que se haga realidad, en una era donde la competitividad está basada en la capacidad de adaptación a las necesidades de nuestros clientes, la innovación, la creatividad y la agilidad.