El cierre del año no solo implica balances financieros y planeación para el próximo ciclo. Para los oficiales de cumplimiento, los últimos tres meses del año son un momento clave para reforzar controles y asegurar que los riesgos se mantengan bajo control. Estas son algunas claves para estar atentos durante este periodo.
Fortalecer la cultura de denuncia: Fomenta el uso de los canales de denuncia internos, recordando a los empleados que son confidenciales y esenciales para la transparencia y la integridad de la empresa. Asegúrate de que todos conozcan cómo y cuándo utilizar estos mecanismos.
Monitoreo intensivo: Con el aumento de las transacciones y relaciones comerciales en esta época, es crucial redoblar los esfuerzos en los monitoreos. Identifica actividades inusuales en transacciones, regalos o donaciones, y revisa si hay algún comportamiento que pueda comprometer la integridad de la empresa.
Capacitaciones estratégicas: Aprovecha la oportunidad para realizar jornadas de sensibilización sobre políticas clave, como las de regalos y donaciones, que cobran especial relevancia en este tiempo. Capacitar a los empleados sobre estos riesgos refuerza una cultura de ética y transparencia.
Preparación del informe para la junta: A medida que el año llega a su fin, ve elaborando un informe detallado para la junta directiva. Incluye los principales riesgos identificados, las acciones tomadas y las recomendaciones clave para el año entrante. Este informe debe ser estratégico y ayudar a la alta dirección a planificar con mayor claridad.
Evaluación y mejora continua: Los últimos meses son perfectos para revisar de manera integral las políticas de compliance. Detecta áreas de mejora y planifica los ajustes necesarios para fortalecer el programa de cumplimiento en el próximo año.
A medida que se acerca el fin del año, los oficiales de cumplimiento deben mantenerse vigilantes y proactivos para garantizar que la empresa siga cumpliendo con los más altos estándares de integridad.
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